Moverse en Nueva York
Llegamos a Nueva York. A la emoción de pisar territorio americano y de haber establecido nuestra primera conversación con un policía neoyorquino se le suma el subidón de ver el primer taxi amarillo. Así que la primera vez no dudamos en pagar los 60 dólares -algo más con la propina- que cuesta llegar a la gran manzana.
(furgoneta, limusina, autobús,…)
El metro es ideal –subway-. No solo porque es una celebridad más, sino porque en efecto funciona fenomenal. Básicamente hay que tener en cuenta tres cosas:
2. Si nos dirigimos hacia el sur, «DOWN».
3. Si se cruza a lo ancho, la línea S.
Todo un lujo, vaya. Y, como en tantos otros metros, hay que mirar el color de la línea que mejor nos lleve a nuestro destino. Aquí está toda la información referente a cada una de ellas así como los diferentes planos. Nosotros nos sacamos la metro card en función de los días que íbamos a estar allí y fuimos recargando sobre la marcha.
En fin, la flota de autobuses funciona también fenomenal pero, sobre todo, se recomienda andar mucho, que para eso es una ciudad maravillosa.
Me encanta la entrada!! Tengo que probar lo del Air Train la próxima vez, parecía un poco lío pero ahora lo tengo claro. Gracias!!
Cuado viaje a New York ( que espero que sesa pronto) echaré mano a tu blog, no hay mejor guía. Vaya suerte tuvisteis con el Sr. Giraldo, limusina incluida.Recurriré a él por si me recoge en otra igual…..!!!!! ROSA DENA DENA